Las personas alertadoras desarrollan un papel clave a la hora de descubrir y prevenir las infracciones que lesionan el interés público y de proteger el bienestar de la sociedad. Sin embargo, los potenciales informantes suelen renunciar a informar sobre sus preocupaciones o sospechas por miedo a represalias. En este contexto cada vez hay más reconocimiento, tanto a escala europea como internacional, de la importancia de garantizar una protección equilibrada y efectiva a las personas informantes.
Las denuncias y revelaciones públicas constituyen uno de los componentes primarios del cumplimiento del Derecho y de las políticas de la Unión, porque aportan información a los sistemas nacionales y de la Unión responsables de la aplicación de las leyes, lo que permite detectar, investigar y enjuiciar de manera efectiva las infracciones del Derecho de la Unión, por lo que se mejora la transparencia y la rendición de cuentas.
Primeros considerandos de la Directiva