Anna Revuelta es coordinadora regional para Europa de la UNCAC Coalition, trabajo que ahora compagina como investigadora independiente con la evaluación de planes de gobierno abierto en la Alianza para el Gobierno Abierto. Anna Revuelta participa en el movimiento por la transparencia desde 2008, ha trabajado en la regulación de lobbies y ha liderado proyectos para mejorar la rendición de cuentas, la contratación pública y para promover un entorno empresarial limpio.
¿Qué es la UNCAC Coalition y a qué os dedicáis?
La coalición UNCAC es una organización internacional, una red de organizaciones de la sociedad civil que agrupa actualmente a casi 400 organizaciones en todo el mundo y que están especializadas en la prevención y lucha contra la corrupción.
Algunas más generalistas, otras más especializadas o que tocan temáticas muy concretas como el acceso a la información, como la integridad de los representantes políticos y empleados públicos, la contratación pública abierta, la integridad del sector privado, etc.
La UNCAC es la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, UNCAC por sus siglas en inglés, y es el foco de nuestro trabajo, que es aportar la implementación de la convención y que esto se haga de forma transparente y con participación de la sociedad civil.
Sois más de 400 organizaciones de la sociedad civil y en más de 100 países, una gran red global en la lucha contra la corrupción, ¿hay muchas diferencias entre los distintos países en la percepción de la corrupción?
Sí, existen muchas diferencias en los niveles de corrupción, y en cuanto a formas de corrupción también. Podríamos decir que existen diferencias, porque, como todos sabemos, la corrupción no son sólo sobornos, tienen muchas formas, hay muchos tipos de conductas y prácticas ilícitas o poco éticas.
Pero donde no hay diferencia es que en todos los países existe corrupción, no hay ningún país en el mundo que esté libre de corrupción. Y por eso nosotros adoptamos una perspectiva internacional, global y basamos nuestro trabajo en la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, porque es el mayor acuerdo legalmente vinculante y prácticamente universal, con 190 estados parte actualmente, del que disponemos para prevenir y combatir la corrupción. Por eso la UNCAC es nuestro foco y la palanca desde la que actuamos.
Me gustaría que nos contaras qué papel tiene la sociedad civil en las convenciones de la ONU sobre corrupción. Lo digo porque en la carta de derechos humanos de la ONU se encuentra la revisión periódica universal que contempla un papel obligatorio para la sociedad civil...
La sociedad civil desempeña un papel esencial tanto para el cumplimiento de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción como en los esfuerzos anticorrupción en general. Esto ha sido reconocido por la convención en su artículo 13 dedicado a la participación de la sociedad. En este artículo la convención hace un llamamiento a los Estados Parte para facilitar la participación de organizaciones no gubernamentales, como la academia, el sector privado, también en los esfuerzos anticorrupción. Y también dice que los estados para ello deben facilitar el acceso a la información para que la sociedad pueda participar.
Y en estas revisiones los países muestran predisposición para colaborar porque son temas muy sensibles como la transparencia, la corrupción o los derechos humanos...
Tenemos esta convención y tiene un mecanismo de examen para evaluar su cumplimiento.
¿Y cómo funciona el mecanismo de examen de la convención en la práctica?
El mecanismo de examen de la aplicación de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción es, por sí mismo un logro. Es un logro el hecho de que exista porque es la forma en que tienen los estados de avanzar en el cumplimiento de la convención, que exista un seguimiento.
Desde 2010 se han producido más de 200 evaluaciones. Esto ya lo podemos calificar de logro. Lo que ocurre es que va con bastante retraso. Como he dicho antes, se ha prolongado este ciclo en el que nos encontramos actualmente de evaluaciones hasta el año 2026, cuando debía concluir hace seis años, en el año 2020.
¿Seis años de retraso llevamos?
Los retrasos son importantes y restan efectividad al mismo mecanismo. Cuando estamos avisando, cuando se están conociendo las carencias que tienen los países en la lucha contra la corrupción, esto impide que las medidas se tomen también a tiempo.
Además, el mecanismo tiene una serie de deficiencias que debería tratar de corregir en siguientes versiones. Después del año 2026 entraremos en otra fase y será importante prestar atención a estas deficiencias, que están relacionadas sobre todo con la transparencia y con la participación de la sociedad civil.
¿Qué es concretamente lo que se podría corregir?
El mecanismo tiene tres deficiencias importantes. Una de ellas es que no cuenta con un sistema de seguimiento de las recomendaciones que emanan de los informes a los países. Otra es que falta transparencia tanto en el proceso de examen como en los resultados. Por ejemplo, no se publica de manera obligatoria el informe final completo que se realiza de un país. Solo el resumen ejecutivo es de obligada publicación. Y la tercera carencia que tiene este mecanismo de examen es que la participación de la sociedad civil no es obligatoria, sino que el Estado examinado puede decidir si facilita o no la participación de organizaciones de la sociedad civil y la reunión con los expertos evaluadores de los países que están examinando a este país. Es importante que la sociedad civil aporte sus comentarios por escrito.
¿Por qué es importante esto?
Porque la sociedad civil tiene una visión diferente y un enfoque mucho más en la práctico de cómo funcionan las políticas y las medidas anticorrupción en un país. No se enfoca tanto en si hay leyes aprobadas, sino en lo que muchas veces resulta más importante, que es saber si las leyes están produciendo resultados en el sentido esperado y las medidas anticorrupción en general. Por lo tanto, estas tres cuestiones de la falta de seguimiento, la falta de transparencia del mecanismo de examen y la falta de suficiente participación de la sociedad civil son cuestiones que habrá que corregir más adelante, porque las leyes que se han evaluado pueden mejorar desde ya.
Has dicho que la sociedad civil puede participar en el mecanismo de examen. ¿Cómo participa?
La sociedad civil aporta un enfoque muy interesante y complementario al de las propias instituciones del Estado sobre cómo es la implementación de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción y en general cómo están funcionando las medidas y las políticas anticorrupción en un país. El mecanismo de examen de la UNCAC contempla que organizaciones de la sociedad civil y académicos, sector privado, etc., puedan ser consultados durante estas evaluaciones de cómo se aplica la convención. Lo que ocurre es que no es algo obligatorio, es algo que queda a discreción del país examinado.
¿Y España colabora en estas revisiones? ¿O Catalunya más concretamente colabora en estas revisiones?
España, como Estado parte de la UNCAC, forma parte también de su mecanismo de examen. Ya fue evaluada una primera vez en el año 2011 y ahora está siendo evaluada por los expertos de los países que le han tocado en esta ocasión como Estados Examinadores, que son Chile e Irlanda.
¿Chile e Irlanda están evaluando ahora mismo a España?
Chile e Irlanda están evaluando a España. Hace justo un año, en mayo del 2023, realizaron la visita al país, se reunieron con una serie de instituciones y se reunieron también en esta ocasión con organizaciones de la sociedad civil como Access Info Europe, como Transparencia Internacional España, la Fundación Hay Derecho y algunas otras. En lo que fue ciertamente una participación significativa de la sociedad civil por primera vez en España en esta evaluación en el marco de la UNCAC, pero no es suficiente esta participación puesto que hay, desde luego, muchas más organizaciones de la sociedad civil especializadas en temáticas relacionadas con la lucha contra la corrupción y cuya contribución sería importante.
¿Y crees que la sociedad civil es activa en Catalunya en la lucha contra la corrupción?
Yo creo que las cosas han cambiado mucho, podría decir en la última década, un poco más. Desde que existe una ley de transparencia en el Estado español y una ley de transparencia en Catalunya, esto ha facilitado mucho la transparencia y el acceso a la información de la ciudadanía y ha posibilitado que esta sea más activa en la lucha contra la corrupción. Cuando se produjo la primera evaluación a España en el marco del mecanismo de examen de la UNCAC, que fue en el año 2011, no hubo participación de la sociedad civil. Podríamos decir que esta participación no fue fomentada por parte del Estado, pero que posiblemente tampoco había una sociedad civil suficientemente organizada e informada como para tener capacidad de actuación. Ha habido una evolución del 2011, ahora se ha organizado bastante. Yo creo que se ha organizado a nivel nacional que hay todo un ecosistema de organizaciones que trabajan en temáticas relacionadas con la lucha contra la corrupción. Nosotros en la coalición UNCAC tenemos varias organizaciones miembros que están en España y Catalunya, que dan buena muestra también del alto grado de especialización y de la experiencia con que cuentan estas organizaciones.
¿Por ejemplo?
Access Info Europe está especializada en el derecho de acceso a la información. Transparencia Internacional España, que tiene una especialización en los últimos años en la integridad del sector privado, o Xnet, que está radicada aquí en Catalunya, es una organización pionera en el ámbito de la protección de los alertadores. Todas estas organizaciones, y más que no son miembros de la coalición UNCAC, pero que actúan a nivel de Catalunya y España, dan buena muestra de la sociedad civil organizada que ha ido surgiendo y que se ha ido conformando en estos años y del interés también creciente. Sé que en Catalunya está el Observatori Ciutadà contra la Corrupció, que es una muestra de cómo los ciudadanos se pueden organizar para priorizar este tema en la agenda pública.
La misión de la Oficina Antifraude de Catalunya es muy parecida a la UNCAC Coalition. También es reforzar la integridad, luchar contra la corrupción, promover la transparencia y la rendición de cuentas… ¿Puede colaborar una entidad catalana como antifraude con la sociedad civil o con una entidad como la vuestra, como la UNCAC Coalition?
Yo creo que la Oficina Antifraude es un ejemplo de una entidad pública que actúa con voluntad de colaboración con la sociedad civil, y esto ya de por sí es importante. El hecho, por ejemplo, de rendir cuentas y combatiendo con la sociedad civil sobre su memoria de actividades ya me parece un acto relevante y otra serie de actuaciones que hace Antifrau para acercar su labor a la sociedad civil y también para beneficiarse de la experiencia y de la capacidad y del saber hacer que tiene la sociedad civil. En definitiva, lo importante es que las entidades públicas, como la Oficina Antifrau, perciban a la sociedad civil como un socio en la lucha contra la corrupción, porque hay mucho conocimiento y mucha experiencia que se puede aportar desde la sociedad civil y que, desde luego, para combatir un problema tan grave como es la corrupción y tan sistémico, esto no puede hacerse solo desde las entidades públicas, sino realmente en colaboración.